¿Qué es la tendinitis?
La tendinitis es una inflamación o irritación de un tendón, el tejido que conecta los músculos con los huesos. Se produce comúnmente por movimientos repetitivos, sobrecarga física o lesiones, y provoca dolor, sensibilidad y dificultad para mover la articulación afectada.
Puede presentarse en diversas zonas del cuerpo, como el hombro, codo, muñeca, rodilla o tobillo, y su tratamiento oportuno es fundamental para evitar complicaciones o la evolución a una tendinopatía crónica.
¿Qué causa la tendinitis?
La tendinitis suele ser causada por un impacto repetitivo y menor en el área afectada, o por una lesión repentina más grave.
Hay muchas actividades que pueden causar tendinitis, que incluyen:
- Jardinería
- Rastrillar
- Carpintería
- Limpiando la casa
- Palear
- Pintura
- Depuración
- Tenis
- Golf
- Esquí
Una postura incorrecta en el trabajo o en el hogar o un mal acondicionamiento antes de hacer ejercicio o practicar deportes también aumentan el riesgo de una persona. Otros factores de riesgo para la tendinitis incluyen:
Un hueso o articulación anormal o mal colocado (como diferencias de longitud en las piernas o artritis en una articulación) que tensiona las estructuras de los tejidos blandos.
Estrés de otras afecciones, como artritis reumatoide, gota, artritis psoriásica, trastornos de la tiroides o reacciones a medicamentos inusuales.
El uso excesivo o hacer demasiado demasiado pronto cuando los tendones no están acostumbrados a hacer un movimiento o hacer la tarea asumida. La tendinitis es común en los «guerreros de fin de semana», personas que juegan y hacen ejercicio solo los fines de semana.
Ocasionalmente, una infección puede causar tendinitis, especialmente la infección de una mordedura de perro o gato en la mano o el dedo.
¿Quién contrae tendinitis?
La tendinitis puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en ciertos grupos debido a sus actividades o condiciones físicas.
¿Quiénes son más propensos a contraer tendinitis?
- Deportistas
- Especialmente quienes practican deportes con movimientos repetitivos: tenis, golf, natación, béisbol, running, etc.
- Personas con trabajos manuales o repetitivos
- Carpinteros, mecánicos, músicos, trabajadores de oficina que usan mucho el teclado o ratón.
- Personas mayores de 40 años
- Con la edad, los tendones pierden elasticidad y resistencia, haciéndolos más vulnerables a la inflamación.
- Personas con mala postura o técnica
- Movimientos mal realizados al hacer ejercicio o en la vida diaria pueden generar sobrecarga en los tendones.
- Pacientes con enfermedades inflamatorias
- Como la artritis reumatoide o enfermedades autoinmunes que afectan tejidos blandos.
- Individuos con sobrepeso o sedentarismo
- El exceso de peso puede generar más presión sobre tendones específicos, y la falta de actividad los debilita.
En resumen cualquier persona que someta sus tendones a estrés repetitivo, mala técnica o cambios degenerativos puede desarrollar tendinitis. La prevención y el cuidado postural son claves.
¿Dónde se produce la tendinitis?
La tendinitis puede ocurrir en casi cualquier área del cuerpo donde un tendón conecta un hueso con un músculo. Los lugares más comunes son:
- Base del pulgar
- Codo
- Hombro
- Cadera
- Rodilla
- tendón de Aquiles
¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis?
Los síntomas de la tendinitis pueden variar según el tendón afectado, pero en general se presentan de la siguiente manera:
Síntomas comunes de la tendinitis:
- Dolor localizado
- Dolor en la zona del tendón afectado, que aumenta con el movimiento o al tocar la zona.
- Suele comenzar de forma leve y empeorar progresivamente si no se trata.
- Inflamación
- Puede haber hinchazón visible o sensación de «bulto» en el tendón.
- Sensibilidad al tacto
- El área está dolorida o sensible incluso con una leve presión.
- Rigidez articular
- Dificultad para mover la articulación afectada, especialmente tras periodos de reposo (como al despertar).
- Calor o enrojecimiento (en algunos casos)
- Signos de inflamación activa en la zona afectada.
- Debilidad muscular
- Sensación de fuerza reducida al intentar usar el músculo asociado al tendón.
¿Cuándo consultar a un médico?
- Si el dolor persiste más de unos días.
- Si hay pérdida de movilidad.
- Si se acompaña de fiebre o inflamación severa.
Un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones como la tendinitis crónica o la rotura del tendón.
¿Cómo puedo evitar la tendinitis?
La tendinitis es la inflamación de un tendón, generalmente causada por sobrecarga repetitiva, mala postura o movimientos inadecuados. Afecta comúnmente hombros, codos, muñecas, rodillas o talones.
Recomendaciones para prevenirla:
- Calentamiento adecuado:
Antes de realizar actividad física o laboral intensa, realiza ejercicios suaves de calentamiento para preparar músculos y tendones. - Técnica correcta:
Aprende y mantén una postura y técnica adecuadas al hacer ejercicio, trabajar o incluso usar dispositivos electrónicos. - Evita la sobrecarga repetitiva:
Descansa regularmente si realizas movimientos repetitivos (como teclear, cargar peso o practicar deportes). - Fortalecimiento muscular:
Trabaja los músculos que rodean los tendones con ejercicios de fuerza y resistencia para mejorar el soporte articular. - Estiramientos frecuentes:
Incluye estiramientos antes y después del ejercicio o durante pausas activas si trabajas muchas horas sentado o de pie. - Escucha a tu cuerpo:
Ante dolor persistente o molestias al mover una articulación, suspende la actividad y consulta a un profesional de salud. - Uso ergonómico del entorno:
Adecúa tu espacio de trabajo (altura de la mesa, posición del teclado, silla ergonómica) para reducir tensiones innecesarias.
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